Junín, Cundinamarca: El Primer Proyecto y El Nacimiento de Nuestra Misión

En el corazón de Junín, Cundinamarca, en el año 2022, comenzó no solo nuestro primer proyecto sino también la semilla de lo que hoy es la Fundación La Mano de Dios En Acción. Este relato no es solo una historia de ayuda; es un testimonio de resiliencia, compasión y el poder transformador de una acción.

Un Comienzo Personal y Profundo

Mi nombre es Martha Isabel, y en 2022 enfrenté una crisis de salud que amenazaba mi vida. Los años dedicados a la limpieza habían dejado su marca, con una tos persistente que evolucionó en serios problemas pulmonares. La incertidumbre económica y emocional de esos días como madre soltera fue abrumadora, con doctores advirtiendo que mi corazón o pulmones podrían fallar en cualquier momento.

Decidí, junto a mis hijos, buscar una solución en Colombia, donde la familia podría asistirme mientras buscábamos respuestas médicas. Fue allí, en una reunión casual en un restaurante con una amiga pastora y su esposo, donde mi vida cambió para siempre. Un anciano, con una bolsa de basura en mano, se acercó a nuestra mesa pidiendo los restos de nuestra comida. Su humilde súplica por algo tan básico como alimento para él y sus hijos me dejó sin palabras y con el corazón encogido.

El Encuentro que Cambió Todo

Esa tarde, los pastores me hablaron de la difícil situación que enfrentan muchos ancianos en Colombia. No pude dormir esa noche; el rostro de aquel hombre se quedó conmigo. Al día siguiente, me presentaron a Claudia Guzmán, una enfermera dedicada al cuidado de adultos mayores en Junín. Conmovida y motivada por mi propia lucha por la salud, le expresé mi deseo de ayudar. Claudia compartió las necesidades urgentes de los ancianos a su cuidado, y me comprometí a hacer lo que estuviera en mis manos.

Casa de Cuidado del Adulto Mayor, Junin, Cundinamarca.

De la Acción Personal a la Fundación

De regreso en Estados Unidos, ya con una mejoría en mi salud, empecé a recolectar pañales para adultos, champú, jabón, y todo lo que pudiera enviar al hogar donde Claudia trabaja. Este gesto, inicialmente personal, se convirtió en el primer “proyecto” de lo que más tarde sería la Fundación La Mano de Dios En Acción.

Champú, jabón, y otras donaciones.
Claudia con sus “abuelitos”.

Un Legado de Compasión

Hoy, Claudia sigue siendo una pieza fundamental en nuestros proyectos en Colombia. Este primer paso en Junín no fue solo un acto de caridad; fue el despertar de una misión que busca aliviar, apoyar y dignificar la vida de quienes más lo necesitan.

Este proyecto inicial en Junín, Cundinamarca, refleja el espíritu de nuestra fundación: transformar la adversidad en oportunidad, la compasión en acción, y las vidas individuales en una comunidad de apoyo mutuo.

Con cada acción, recordamos a aquel anciano, cuyo encuentro no solo cambió mi vida, sino que encendió la luz de esperanza y acción que guía a La Mano de Dios En Acción.

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